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Mercedes Escolano

MERCEDES ESCOLANO

Poetisa

Llegaba los jueves con el viento
y en la barra asentaba su dominio,
mezcla de orgullo e inquietante distancia.
Apetecida, saciaba su sed
sintiéndose mirada, como dardo de luz
que atraversara el aire sin respiro.
No más quería, sentirse un rato
centro del deseo, fruta rabiosa
que el varón sueña entre dientes.
Sus medias, color ron,
ponían un grado de alcohol a la noche
y excitaban la vista, el olfato, el olvido.
Agitaba las horas con hielo sereno
y antes de irse, lejos de ebria,
había embriagado a más de un tipo.
Dejaba en el local fragancia a limón amargo
y se iba a casa con el viento de vuelta.